martes, noviembre 09, 2010

Suspenso


Siempre la misma historia.
Mis dedos siguen sin hallar el compás
esperando a que un sonido les guíe
y no hay compás.
Sigo haciendo los versos de otros
poniendo mi banquito y mi letrero
enmedio de la plaza
"se escriben versos inútiles e inservibles para
sangrantes autoflagelados"
y los sangrantes autoflagelados corren como hormigas
alrededor de mí
demandando su rima estupefacta
su verso inacabado y sucio
su soneto coz y llanto
y yo mirando
exprimiéndome el corazón
en un eterno déja-vu verdugo
que se balancea peligrosamente
sobre mis párpados húmedos
mi soledad violácea.
Siempre la misma historia aburridora
sé lo que sigue
conozco el desenlace
o la continuación
es una triste historia de suspenso
predecible
y ningún coestelar que me desencadene por un rato
que me libere del yugo de este resentimiento
de esta sensación inconfundible
de que la enfermedad me persigue
inminentemente
casi siento mi cavidad costal vaciarse por completo
repentinamente
aunque lo estuviera prometiendo
desde hacía largo, largo tiempo...

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