lunes, enero 18, 2010

Hizo alguna vez
un tú y un yo
iguales por dentro a nosotros
y entre nosotros
que nos hallamos en un encontronazo violento y cegador
y sangramos por labios y heridas
nos besamos para siempre
sin saberlo
nos depositamos una semilla entre los dientes
y bajo el musgo incipiente
de la memoria de nuestros cuerpos transfigurados
y endebles como aire de primaveras
nos atamos algo en algún momento con el lazo infatigable
perceptible sólo a veces
de la suerte de amantes cósmicos
que se destinan a hallarse de forma breve
y predispuestamente fortuita
con algún fin
alguno...

No hay comentarios:

Publicar un comentario