jueves, octubre 28, 2010

La hora.

Estoy cansada
de soportarme todas las horas
de saber que el mundo
permanece afuera
y continúa
mientras yo me soporto
y tengo que vivirme.

¿Por qué no puedo
tener paravisiones
y hallarme de pronto viéndome por fuera
sin tener que estrecharme la entraña
aguantar esta víscera
que me carcome y me hincha?
¿Por qué me inunda el llanto
y no puedo fluirlo
dejarle abarcar los espacios
que me aprietan?
Tengo un aire de miseria
ahorcándome cada centro
despedazando mi memoria
haciendo añicos lo que queda
tengo olor a putrefacción
desollándome consciente
¡No soy tan pequeña
y siento que la hormiga me observa
desde la altura descomunal del miedo!

Estoy cansada de desvanecerme
a cada soplo inverso
a cada pan de harina violenta
a cada trago de ademán voluble
estoy cansada de rehuir
la vidriera y el charco limpio
harta de buscar una hora
en que la gravedad
no me invada
y el hambre de muerte
se me escurra
por las orillas rotas de mi boca
asustada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario